martes, 21 de junio de 2022

Solsticio

 

Que arda la leña del árbol caído

Que perdure tan solo lo inexorable 

Y que el resto

se quede bailando en las llamas 

reflejadas  en nuestros ojos.



(20 junio 20 )

martes, 19 de abril de 2022

Ellos


 Llegaron temprano con sus reposeras, una canasta con el mate y la picada.  También tenían una mantita que compartían sentados al ladito… en esta época se pone frío  cuando cae el sol

Deben haber sido de porai,  y a lo mejor estaban esperando esa función desde tiempo, o no… quizás era solamente el paseo del domingo

Mateando, presenciaron pacientes la prueba de sonido del “conjunto” que tocaba luego, fueron testigos del arribo de los otros lugareños y turistas pascuales a la plaza central, de las payasadas del borracho del pueblo y del perro que le ladraba a las luces.

Se fue juntando gente, algunos se acercaban a la consola de sonido a preguntar "qué va a haber?"


Ya de noche, con una luna llena enorme mirando, comenzó a sonar la orquesta con canciones románticas y la voz del reconocido cantante.

Ellos, discretamente, acomodaron un poco los asientos y se aprestaron a disfrutar del espectáculo

Él, sonriente, ella más seria,  pero lo miraba amorosa… Al principio solo escuchaban, él no dejaba de sonreír y movía el pie al ritmo.  

A medida que transcurrían las canciones, conocidas, escuchadas en la radio una y mil veces, bailadas en algún salón de fiesta, él, ya canturreaba entre dientes y  aplaudía entusiasmado.

Hasta que sonó la primera cumbia.  Se salía de la vaina por bailarla, pero ella, más tímida y seria, no se animaba, miraba para otro lado haciéndose la desentendida.

En la siguiente, él se levantó y le tendió la mano obligándola gentilmente a pararse

Una mano laburante, grandota, ajada, quemada por el sol, no tenía movimientos suaves o livianos.  -Pienso que quizás trabajaría a la intemperie, sin guantes y levantando cosas pesadas o haciendo fuerza, no sé-

Al final ella se paró, escondiendo la sonrisa en el cuello de la campera de su compañero que ahora sí, la tomaba delicadamente entre sus brazos 

y comenzaron a bailar. 

Él marcaba seguro y preciso  el vaivén de los cuerpos al compás tropical y ella se metía ahí, en su pecho, y lo seguía confiada. Arrullada

Las reposeras, la canasta y la manta, quedaron solas. Ellos no se volvieron a sentar hasta que se callaron los aplausos.

Bailaron, pidieron otra y otra más. 

Se encendieron las luces, la gente se saludaba contenta y despeinada de tanto jolgorio.  Todas las edades, todos los estratos, todos olvidados del tiempo y del frío.

Ellos recogieron sus cosas y se fueron, conversaban entre sonrisas,  íntimos 

Un merecido descanso de tanta vida, pensé.



 ( El cantante de la voz romántica, es el compositor de la música de la novela Rosa de Lejos,   y me dijeron que la protagonista era Modista como yo)


viernes, 8 de abril de 2022

Abril

Mañana temprano en La Quebrada.

El aire, del lado de mi derecha,  me llega con olor a río y sonido de caudal sereno.


Estamos en esa época del año en que las sombras cortan filosas de frío y cuando se deshacen,

el sol  cubre con un manto amable y compañero. 

Como abrazándonos los hombros.

 

Los árboles suenan diferentes ahora,

Secas crujen livianas las hojas

como si castañetearan su miedo

antes de caer

jueves, 20 de enero de 2022

 Necesito una gubia
que se deslice por el resto de la madera podrida deje ver las astillas suaves de la piel nueva extirpe algunos clavos
y sacuda el polvo para no confundirlo con ceniza Cantar mientras diseño lo que seré pronto en las virutas de mi soledad 
Quizá la forma musical sea la más noble.


Mariela Laudecina