martes, 7 de octubre de 2025

Sal de ti

 Sai de Ti

(ou coleção de imperativos primavera-verão para o outono de teu desconcerto)

Não fujas do que sentes. Não te escondas
no que dizes. Não digas mentiras.
Sê tua voz. Faz. Trabalha. Não te queixes.
Não sofras por medo de sofrer mais.
Não mendigues jamais o que mereces.
Por exemplo, o amor. Fá-lo e o terás.
Funda no fogo firme de sua fogueira
o teu lugar, teu ofício. E agradece o ar
que entra e sai de ti. Sê a janela
do que vive. Olha com cuidado.
Há olhares que podem envenenar o mundo.
Não deixes que apodreça o que sentes
dentro de ti. Faz um exame de consciência
de vez em quando mas nunca te esqueças
que é possível que sejas inocente.
Abre teu coração encouraçado
ao casamento do céu com o mar,
da luz com a sombra,
do canto dos grilos com o das cigarras.
Pinta de azul a alma. Permuta
o que foste pelo que não serás.
Limpa tua casa. Diz o teu precipício.
Cozinha. Convida. Canta. Dança. Abraça.
Tira o pó de tua voz. Rega as plantas.
As dos pés também, no mar, marchando.
Não te detenhas. Perante ti teus passos,
tuas pegadas de amanhã, esperam-te, convocam-te.
Não olhes para trás. Não sejas tua estátua
de sal. E sai de ti, do que pensas
de ti. Sai desse quarto
escuro onde escreves os poemas
que dizem o que tens que fazer em vez de faze-lo.
Põe-te a andar. Faz. Trabalha. Não te queixes.
Vira a página. Vai. Veja. Sê atento
e fica atento. Não esqueças o que vives.
Não esqueças o que acabas de viver.
Não esqueças o que acaba. Acaba. Vai
em busca de uma nova voz, distante.
Não fujas do que sentes. Não permitas
que a vida se vá em vão,
que a morte ao chegar encontre
seu trabalho já feito. Contempla o céu
como quem diz adeus,
como quem demonstra gratidão.


                     Juan Vicente Piqueras

Sal de Ti

(o colección de imperativos primavera-verano para el otoño de tu desconcierto)

No huyas de lo que sientes. No te escondas
en lo que dices. No digas mentiras.
Sé tu voz. Haz. Trabaja. No te quejes.
No sufras por temor a sufrir más.
No mendigues jamás lo que mereces.
Por ejemplo, el amor. Hazlo y tendrás.
Funda en el fuego firme de su hoguera
tu hogar, tu oficio. Y agradece al aire
que entre y salga de ti. Sé la ventana
de lo que vive. Mira con cuidado.
Hay miradas que pueden envenenar el mundo.
No dejes que se pudra lo que sientes
dentro de ti. Haz colada de conciencia
de vez en cuando pero nunca olvides
que es posible que seas inocente.
Abre tu corazón acorazado
a las bodas del cielo con el mar,
de la luz con la sombra,
del canto de los grillos con el de las cigarras.
Pinta de azul el alma. Haz la mudanza
de lo que fuiste a lo que no serás.
Limpia tu casa. Di tu precipicio.
Cocina. Invita. Canta. Baila. Abraza.
Quita el polvo a tu voz. Riega las plantas.
Las de los pies también, en mar, en marcha.
No te detengas. Ante ti tus pasos,
tus huellas de mañana, te esperan, te requieren.
No mires hacia atrás. No seas tu estatua
de sal. Y sal de ti, de lo que piensas
de ti. Sal de ese cuarto
oscuro donde escribes los poemas
que dicen lo que tienes que hacer en vez de hacerlo.
Echa a andar. Haz. Trabaja. No te quejes.
Pasa página. Ve. Mira. Sé atento
y está atento. No olvides lo que vives.
No olvides lo que acabas de vivir.
No olvides lo que acaba. Acaba. Vete
en busca de una voz nueva, lejana.
No huyas de lo que sientes. No permitas
que la vida se vaya de vacío,
que la muerte se encuentre cuando llegue
su trabajo ya hecho. Mira al cielo
como quien dice adiós,
como quien da las gracias.



Juan Vicente Piqueras

miércoles, 3 de septiembre de 2025

Laila

   Tengo una maestra  de movimiento a la que admiro sin disimulos. Ella tiene la bella costumbre de estirar el sentido de las palabras para que entendamos con el cuerpo las cosas que se dicen 
Verbos que son sustantivos 
Sustantivos que son gestos
Adjetiva un apoyo
Una pausa que se hace movimiento con un adverbio…
El viernes dijo: “buscar movernos en cursiva” 

Y yo, que encuentro en el cuerpo la mayoría de las explicaciones, me animo a seguir hurgando y me doy con que se podría hablar en cursiva tocar en cursiva hacer en cursiva 
Respirar en cursiva
Ser en cursiva


martes, 26 de agosto de 2025

La Pasión

Salimos del amor
como de una catástrofe aérea.
Habíamos perdido la ropa
los papeles
a mí me faltaba un diente
y a ti la noción del tiempo.
¿Era un año largo como un siglo
o un siglo corto como un día?
Por los muebles
por la casa
despojos rotos:
vasos fotos libros deshojados.
Éramos los sobrevivientes
de un derrumbe
de un volcán
de las aguas arrebatadas.
Y nos despedimos con la vaga sensación
de haber sobrevivido
aunque no sabíamos para qué.


Cristina Peri Rossi 12 de noviembre de 1941 Montevideo (Uruguay) 

lunes, 28 de julio de 2025

Les Gratitudes

 "Cuando sea vieja me tumbaré en la cama o me arrellanaré en un sofá y escucharé la música que ahora escucho…  Cerraré los ojos para recobrar la sensación de mi cuerpo en pleno baile. Mi cuerpo desatado, ligero, dócil, mi cuerpo en medio de otros cuerpos, mi cuerpo liberado de miradas ajenas … Cuando sea vieja pasaré horas así, atenta a cada sonido, a cada nota, a cada impulso. Sí, cerraré los ojos y me proyectaré mentalmente en la danza, en el trance, recuperaré uno a uno los movimientos, los quiebros, y mi cuerpo se ajustará de nuevo al ritmo, al compás, a la pulsación.

Eso es lo que me quedará cuando sea vieja, si llego a serlo algún día. El recuerdo de la danza, los bajos latiéndome en el estómago y el movimiento sinuoso de mis caderas."

Delphine de Vigan


viernes, 18 de julio de 2025

La flor

Creo que cultivo tensiones

como flores
en un bosque al que
nadie va.

Cada herida es perfecta,
se cierra en un diminuto
imperceptible brote,
que causa dolor.

El dolor es como una flor, como aquélla,
como ésta,
como aquélla,
como ésta.

Robert Creeley

jueves, 3 de julio de 2025

 

Son tan hermosos los atardeceres aquí que hacen que me avergüence de mis penas



La oración, en el campo, es un momento.  Ese de transición entre la luz y la oscuridad.  Cuando el cielo invita a la mirada y se la disputa con el adentro que reposa

Como sea,  la hora sagrada.



"...Cuando la oración les enciende 

Los ojos a las lechuzas..."


miércoles, 2 de julio de 2025

Los columpios


Los columpios no son noticia,

son simples como un hueso

o como un horizonte,

funcionan con un cuerpo

y su manutención estriba

en una mano de pintura

cada tanto,

cada generación los pinta

de un color distinto

(para realzar su infancia)

pero los deja como son,

no se investigan nuevas formas

de columpios,

no hay competencias de columpios,

no se dan clases de columpio,

nadie se roba los columpios,

la radio no transmite rechinidos

de columpios,

cada generación los pinta

de un color distinto

para acordarse de ellos,

ellos que inician a los niños

en los paréntesis,

en la melancolía,

en la inutilidad de los esfuerzos

para ser distintos,

donde los niños queman

sus reservas de imposible,

sus últimas metamorfosis,

hasta que un día, sin una gota

de humedad, se bajan

del columpio

hacia sí mismos,

hacia su nombre propio

y verdadero, hacia

su muerte todavía lejana.


Fabio Morábito